La importancia de establecer algunos contactos

Uno de los aspectos más evidentes a mejorar de mi estrategia de búsqueda de empleo es mi red de contactos. Antes de comenzar, consideraba a los contactos como un factor prescindible y poco útil para todo este proceso. Pocas semanas después, me doy cuenta de que son esenciales.

Los contactos no son enchufes. Los contactos son simplemente personas que conoces en mayor o menor medida, que ya están metidas dentro del mundo laboral al que tú pretendes acceder, y que por lo tanto te pueden ayudar a encontrar atajos que te acerquen un poco más al objetivo principal, que es el de conseguir una entrevista de trabajo dentro del sector. Lo más interesante de los contactos es que son personas físicas, seres humanos reales y no virtuales. Uno empieza a manejar su red de contactos (aunque sea precaria) y ya tiene la sensación de que deja de hablar con robots para empezar a hablar con personas.

Antes de elaborar mi lista de contactos, me doy cuenta de que probablemente he minusvalorado la importancia de los contactos en un pasado. Nunca he sido una persona excesivamente sociable. Tampoco me considero huraño: simplemente, no he sentido la necesidad de conocer (o de darme a conocer) a todo a quien tuve alrededor. Es un error, especialmente en ámbitos que van a terminar estando relacionados con el mundo laboral: la carrera, el máster, estancias en prácticas, cursos.

Si pudiera volver atrás, intentaría mantener con antiguos compañeros de la universidad un mayor contacto periódico que el que ahora mantengo (aunque a veces dé pereza). Tampoco sería esto ningún ejercicio de hipocresía: al fin y al cabo, muchos compañeros de la carrera o máster los consideré en su momento buenos amigos míos. No cuesta nada escribir de vez en cuando un correo preguntando qué tal va todo. Da alegría, además, que se acuerden de uno. Si además, esto puede ayudar en un futuro a que este compañero deje nuestro CV en la mesa de su jefe de departamento, pues mejor que mejor. Lo mismo intentaría hacer con cualquier otro ser vivo con el que me cruzara durante los largos años de formación: profesores, jefes o compañeros de diferentes trabajos, amigos hechos durante el año de Erasmus, antiguos ligues (¿por qué no?). Nunca se sabe. No cuesta nada ser majo.

¿Quiénes son mis contactos?, me pregunto al fin. Cojo papel y boli y elaboro una discreta lista.

1. Mi director de tesis conoce a muchísima gente metida en el sector de la ingeniería ambiental. Hablo con él y en cuestión de pocos días me proporciona el correo de cinco personas con quien me puedo poner en contacto si lo que busco es trabajar en Chile. Me pongo en contacto con estos 5 chilenos y en cuestión de horas tengo 5 amistosas respuestas en las que me comentan que están dispuestos a ayudarme en lo que necesite en relación a la búsqueda de empleo en su país. Prometedor.

2. Un compañero de la carrera con quien sí mantengo una relación periódica (somos buenos amigos) es un auténtico fiera en el mundo de la ingeniería. Se lo rifan. Conoce a mucha gente dentro de su campo, que es significativamente distinto al que yo me quiero dedicar. Le escribo simplemente explicándole mi situación, la estrategia seguida hasta la fecha, sin pedirle nada en concreto. En pocas horas, se ofrece también a ayudar en todo lo que esté en su mano.

3. Dos compañeros del grupo de investigación en la universidad se encuentran trabajando, con becas Leonardo, en Holanda e Inglaterra. Les escribo. Una de ellas me explica que no tiene expectativas de quedarse en la empresa en la que está ahora, y que también ve complicado el encontrar un trabajo relacionado con su formación en un futuro cercano. El otro, ha permanecido en la empresa tras terminar el periodo de prácticas y es optimista sobre la posibilidad de que encuentre un empleo en Reino Unido. Me mandan enlaces útiles.

4. Un amigo canadiense de mi padre, a quien conoció haciendo el camino de Santiago, conoce a mucha gente dentro del sector de la ingeniería. Le escribo explicándole mi situación y me pide que le envíe mi CV actualizado, para pasárselo a empresarios de su país llevando a cabo proyectos por toda América. Ilusionante.

5. Mi compañero de piso durante el año Erasmus está trabajando en una empresa de ingeniería en Alemania. Le escribo por Facebook, simplemente para preguntarle cómo le va por allí. Tenemos buena relación: desde que nos marchamos de Portugal, hace ahora ya siete años, nos hemos visto como mínimo una vez al año. Al terminar la conversación, le paso mi CV, medio bromeando. Le digo que lo puede dejar en un banco del parque, si quiere.

Esta lista podría ser mucho más larga si hubiera trabajado bien mi red de contactos a lo largo de estos años. Si hubiera sido consciente de la importancia, dentro de esta lista tendría ahora muchos más compañeros de la carrera (a quien no me sabría mal escribir para contarles mi situación), unos cuantos profesores, tres o cuatro jefes y compañeros de trabajo, un par de antiguos ligues, gente que conocí en cursos o congresos, diversos amigos de amigos y vete tú a saber qué más. Hay que mantener los contactos a lo largo de los años. No cuesta tanto y puede ser muy útil.

A pesar de mi torpeza en la elaboración de mi red de contactos, pocos días después obtengo frutos interesantes: recibo un correo desde Alemania en el que me preguntan cuándo estoy disponible para hacer una entrevista de trabajo por teléfono. Mi compañero de piso de Erasmus, quien lleva pocos meses en la empresa y apenas habla alemán, me ha conseguido una entrevista telefónica con su compañía. Flipo. No es una entrevista para un puesto de trabajo específico, simplemente quieren conocerme un poco más, ampliar la información que ya tienen de mi CV para ver si puedo encajar en posibles futuras vacantes en la empresa. Pero ya es mucho, por supuesto.

Un mes inundando el planeta de correos con mi CV = Cero entrevistas de trabajo

Dos días poniendo al día mi red de contactos = Una entrevista de trabajo

Como he dicho antes, gracias a poner en funcionamiento mi red de contactos tengo la sensación de que comienzo a hablar con personas y no con robots. El cambio es importante.